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NEPAL




Diario de un trekker

ANAPURNAS | TILICHO LAKE
22 de Octubre de 2010
De la paz del Tibet, al caos de Katmandú. 17 días de trekking por las montaás más majestuosas del mundo. [Leer más]



Tsum Valley

TSUM VALLEY
15 de Noviembre de 2010
El Tsum Valley es un remoto y escondido valle situado en el norte de Nepal y zona fronteriza con Tibet. Leímos que el 90% de la población es tibetana y se conserva intacta la cultura y tradición, lo que nos sedujo enseguida. Quizas sea una forma de volver a la esencia de Tibet, pero en Nepal. [Leer más]


Kathmandú, Bakthapur y Boughda

KATHMANDU | BAKTHAPUR | BOUGHDA
21 de Noviembre de 2010
El máximo atractivo de Nepal es explorar sus valles, perderse entre magestuosas montañas y disfrutar de su exclusiva naturaleza. Pero también es alucinante perderse por sus pueblos y ciudades, dejarse seducir por esa mezcla perfecta del sincretismo religioso que está presente a cada paso, en cada esquina. [Leer más]


Kathmandu - Bakthapur - Boudhanath

El máximo atractivo de Nepal es explorar sus valles, perderse entre magestuosas montañas y disfrutar de su exclusiva naturaleza. Pero también es alucinante perderse por sus pueblos y ciudades, dejarse seducir por esa mezcla perfecta del sincretismo religioso que está presente a cada paso, en cada esquina.

Kathmandu.
Callejear o perderse callejeando, mejor.
Alegrarse la vida y los sentidos con sus calles llenas de un trajín de gentes, tráfico y cláxones, pero llenas de vida, luz, olor y color.
Recuperar la serenidad y el aliento desde lo más alto de alguno de sus majestuosos templos en la plaza Durbar, y observar la placidez de sus gentes y la cotidianidad de sus vidas.



Donde el tiempo parece haberse detenido. Bakthapur.
Descubrir las joyas de su herencia y pasado glorioso del siglo XVI, deambular por su casco antiguo observando las ofrendas matinales, sus reuniones diarias llenas de oraciones, la majestuosidad de sus templos hindús y el calado de sus tradiciones.





Boudhanath, la meca del budismo y el templo más importante de Nepal.
Donde las túnicas carmesí destacan en un vecindario surrealista, repleto de monasterios, tiendas, banderolas multicolor, muchedumbres y cánticos, fragancias de incienso y alguna que otra vaca sagrada. Los fieles no cesan de realizar el kora alrededor del templo, y desde arriba, la omnipresente mirada de los ojos de buda, con severidad y placidez, te observan y protegen.
Om mani padme hum.


La sensación al dejar un país como éste, es que sabes que volverás. Nepal es un lugar demasiado especial.

Tsum Valley

El Tsum Valley es un remoto y escondido valle situado en el norte de Nepal y zona fronteriza con Tibet. Leímos que el 90% de la población es tibetana y se conserva intacta la cultura y tradición, lo que nos sedujo enseguida. Quizas sea una forma de volver a la esencia de Tibet, pero en Nepal.

Es además el hogar y refugio de alrededor de 200 monjes y monjas que básicamente se concentran en los famosos Monasterios de Mu Gumba y Rachen Gumba, casi llegando a la frontera de Tibet. Un paraíso de la paz, y lugar de refugio para los budistas tibetanos.

Poco se conoce de el, ya que hace apenas 2 años que se abrió al turismo y además se necesita un permiso especial de acceso que no es fácil conseguir. Bueno, no es fácil para los que quieren ir por libre, sin guia, sin porters, pero el deseo por descubrir y explorar este valle era mucha, y las ganas siempre pueden. Así que conseguimos los permisos, cargamos las mochilas de comida, mini cocina, saco de dormir, tienda de campaña, un buen mapa y toneladas de ilusión.

Comienza otra aventura.

Los paisajes son espectaculares, pues el escondido valle esta franqueado por el Ganesh Himal (7.429m) al sur y el Sringi Himal al norte. Los cambios de color con los días transforman completamente el paisaje... Verdes campos de arroz en las laderas de la montaña escondidos bajo un mar de nubes, picos blancos inmaculados coronando el cielo, profundos barrancos, cascadas inmensas que no caben en una sola foto, bosques de color otoño, amarillos, marrones, rojos..., hasta valles deforestado y grises a mayor altura.br />




Eramos conscientes de que no íbamos a encontrar las facilidades de Annapurnas, casi nulos servicios. Ese era justo otro de sus estímulos, dormir en plena naturaleza, fogata y estrellas. O en una playa a orillas del río. Al calor de la cocina de leña en casa de una familia. En un granero con yaks dormitando alrededor. En un Monasterio, en la puerta de un templo o dentro, rodeados de imágenes de Buda.




El camino está lleno de estupas, templos, pequeños monasterios, mani walls... Todos ellos se han de pasar siempre rodeándolos por la izquierda, y de hileras de ruedas de la vida que hago girar a mi paso mientras recito para dentro mi mantra.





Las estrellas del camino, son los niños. Siempre jugando o haciendo de las suyas...




O les descubres tras las ventanas haciendo sumas y restas...



A veces una mirada te detiene obligatoriamente. De los más pequeños...




... y no tan pequeños...



Otras, una caravana de yaks cargados con víveres que traen desde/a la frontera con Tibet, obligan a una parada.



Las fuentes de agua son vida fuera de las casas.






En las casas, la vida es el fuego. Todo ocurre.

Y en cada una de ellas nos han ofrecido humildemente todo lo que tenían, te salado de mantequilla de yak, daalbath, txampa o rotis de masa de pan. Y hemos compartido momentos inolvidables entre gestos, silencios y risas.





Templos y Monasterios. Vidas sencillas llenas de oraciones, dedicación y trabajo.



Con sus lamas, monjas y novicios.







Durante 20 días hemos vivido al ritmo de la naturaleza, la luz del alba nuestro despertador, el anochecer despedía casi el día.

He podido vivir de alguna forma esa vida tibetana que en Tibet no pude, o mas bien, como extranjeros no se nos permite. Pero sobre todo he disfrutado de su gente maravillosa, sencilla y hospitalaria. De sus sonrisas tímidas, sinceras y agradecidas. Y de sus costumbres y tradiciones.

El Tsum Valley ha sido mas que un trekking por el valle mas bello de Nepal. Ha sido una experiencia única y maravillosa. Realmente inolvidable.

Gracias Diego por compartirlo.